Se trata de un informe coordinado por José Antonio Millán para la Federación de Gremios de Editores de España. Entre los aspectos más destacados del informe hay que resaltar que según el CIS, el 39,4% de los españoles dice no haber leído ningún libro en 2015. Quienes más leen según el informe son los universitarios y aquellas personas que viven en municipios más poblados.
Otros datos a destacar es que las librerías se redujeron hasta 3.650 en 2013 (casi 700 menos que el año anterior) y en una década ha cerrado el 25% de los puntos de venta de prensa: de los 30.000 de 2006, en 2016 quedaban 22.300.
Respecto a las bibliotecas el informe aporta datos que dicen que el número de bibliotecas ha crecido en nuestro país, pero que las colecciones tienen una alta de envejecimiento mayor, y los horarios de apertura se han reducido. Y que a pesar de aumentar el número de ciudadanos con un carnet de biblioteca, el número de préstamos se ha reducido desde 2010 en un 8.349.307 menos respecto a 2014.
Por lo cual los editores harán una petición al Gobierno de España para la renovación y refuerzo del Plan de Fomento de la Lectura.
Información e imagen extraída de Universo Abierto
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2 Comments
Eso sí lo he podido ir comprobando: hay una librería de cómics en mi ciudad que ya se ha acostumbrado el dueño a charlar con el librero de al lado; ahora, su competencia es Amazon. Dicen que mucha gente visita las páginas webs de sus librerías, pero lo hacen para comparar los precios con los que ofrece Amazon.
Yo personalmente, no me gusta mucho Amazon, porque a mucha gente les llegan los paquetes estropeados. Todavía prefiero seguir yendo a comprar a la tienda física, y revisar el libro de primera mano. Es posible que prefiera una edición a otra, un libro con la letra mejor impresa, o con un papel con menos olor, o de mejor calidad. Desde la web, son detalles que no se pueden adivinar.
Además, sin cuenta en Paypal, y sin tarjeta de crédito, para mí todavía sigue siendo más cómodo pagar en mano.
En mi ciudad hay unas 7 bibliotecas públicas, pero sólo una abre por las mañanas. Sería bueno (si tuvieran recursos de personal) que cambiaran su horario: a día de hoy, lamentablemente hay mucha gente en paro, que por las mañanas seguramente lo primero que hace es conectarse a Internet. Por la tarde, las bibliotecas se llenan de escolares, y el ruido es mayor. Yo estoy segura de que, mucha gente, de poder ir por las mañanas a la biblioteca, lo haría.
Y la verdad, creo que, el hecho de que la colección de una biblioteca «envejezca» no es motivo de que la gente saque menos libros en préstamo. Por lo poquito que he podido trabajar en una BP, me he encontrado libros hermosos que no habían sido prestados ni una vez en 5 años. Seguro que por desconocimiento: los usuarios simplemente prefieren libros nuevos porque son los que ven publicitados, son los que conocen. Pero hay mucho libro escondido y olvidado en las estanterías que merece mucho ser leído, y no expurgado por unas malas estadísticas.
Creo, en serio, que las bibliotecas tendrían que probar a hacer un proyecto de «recuperación de sus fondos olvidados». Si los libros pueden llegar a durar más de 50 años, no tiene sentido deshacerse de ellos por no haber sido leídos.
El gusto por la lectura, de todos modos, es algo que no a todas las personas se les despierta: todo el mundo lee (el periódico cada día, las noticias en Internet…), pero la lectura de un libro requiere disponer de un «rato a solas» (que, en mi opinión, es como mejor se disfruta). De manera que, cuanto más ociosa sea una sociedad, más tiempo tendrá para leer. Yo adoro leer, pero hace meses que no lo hago porque no tengo tiempo, o porque a veces es «más cómodo» ponerse una película.
Si la biblioteca, algún día, decidiera construir una «base de películas», visionables online desde su catálogo, me pregunto qué cantidad de usuarios la usaría (seguro que muchísimos).
Una película no es un libro: es muy gráfica, pero no te permite desarrollar la imaginación. Pero es fácil de ver, no requiere el esfuerzo que sí requiere un libro: comprender su contexto, sus personajes, adentrarte en la historia. Sin embargo, las historias de los libros, para mí, siempre han sido muchísimo más emotivas, con un mayor nivel de generar emoción, sentimientos, alegría, intriga… que no una película.
Quizás, cuando algún día se vaya la luz, la gente vuelva a echar mano del papel. 😉
Gracias de nuevo Moraine por tu participación. Un cordial saludo.