El VIII Congreso Nacional de Bibliotecas PúblicasLink externo, organizado por el Ministerio, se clausuró el pasado 17 de noviembre en Toledo con un gran éxito, avalado por la presencia de más de 500 profesionales expertos en bibliotecas, arquitectura y comunicación que tuvieron ocasión de reflexionar y debatir sobre los efectos del cambio de paradigma en la gestión de la biblioteca y a la forma de configurar los espacios físicos, y sobre cómo las bibliotecas públicas están ofreciendo cada vez más servicios virtuales y aplicaciones como parte de una estrategia digital.

Puesto el foco precisamente en las nuevas tendencias en relación a los espacios físicos y virtuales de las bibliotecas públicas, y tras escuchar y asistir a las variadas e interesantes ponencias, mesas de debate, comunicaciones y talleres, los organizadores del encuentro han presentado las siguientes conclusiones:

  • La biblioteca pública ayuda a incrementar el capital social de la comunidad. Es depositaria de la palabra, cuyo valor debe ser primordial.
  • Como demuestra el proyecto de parques-biblioteca de la ciudad de Medellín (Colombia), las bibliotecas contribuyen a construir ciudades con talento.
  • En el ámbito de la planificación bibliotecaria, los usos determinan el espacio. El diálogo entre la ciudadanía, el personal bibliotecario y los arquitectos debe ser determinante en el diseño del espacio físico de la biblioteca.
  • La biblioteca pública debe mostrarse como un escaparate de las necesidades de las personas, interactuando con la ciudad en la que se ubica.
  • Las bibliotecas son lugares de creación y experimentación, y además ayudan a cohesionar socialmente a la comunidad.
  • La biblioteca pública es un espacio que pertenece a los ciudadanos. Ha de favorecer que el usuario haga suyo ese espacio y que lo moldee en función de sus expectativas y necesidades.
  • En la actualidad el espacio virtual es tan importante como el físico. No hay líneas divisorias entre ambos. El espacio virtual de la biblioteca pública debe orientarse a las necesidades específicas de los usuarios.
  • El contenido es importante pero no suficiente, hay que generar comunidad para crear inteligencia colectiva.
  • El entorno virtual extiende y complementa los servicios de la biblioteca en el tiempo y en el espacio. No debemos limitarnos a ofrecer servicios que reproducen lo analógico. Tenemos que ir más allá y pensar en servicios y contenidos propiamente digitales.
  • En el ámbito de las redes sociales, otro contenido, otro lenguaje y otro tono son necesarios para conseguir la confianza de nuevos usuarios.
  • Es imprescindible la interrelación entre espacio físico y virtual. Lo que Internet no proporciona, lo ofrece la biblioteca pública.
  • Las redes sociales son herramientas al servicio de los objetivos de la biblioteca. No se trata sólo de tener más seguidores en el espacio virtual, sino también de aumentar su uso.
  • Las herramientas y el uso de los espacios físicos y virtuales de la biblioteca pública y sus posibilidades de interacción con las personas pueden constituir un factor importante a la hora de ayudar a los gestores públicos en sus procesos de toma de decisiones.
  • La biblioteca es un motor para el cambio.

Reportaje extraído de la web del MCU