Resultado de imagen de instalaciones bibliotecas

Imagen extraída de la web de Eroski Consumer

La cuestión de planear, concebir y construir un edificio bibliotecario ha preocupado y preocupa sobremanera a las organizaciones internacionales competentes en materia de biblioteca a lo largo de todos los años atrás. La IFLA ha convocado varias grandes reuniones para el estudio de los problemas relacionados con el planeamiento del edificio:

  • En 1971, en Lausana, sobre bibliotecas universitarias
  • En 1973, en Roma, sobre bibliotecas nacionales
  • En 1977, en Bremen, sobre bibliotecas públicas
  • En 1980, en Frederiksdal (Dinamarca) sobre el problema general de los espacios interiores y el diseño

No obstante, existen organismos que dan sus propias directrices en cuanto al diseño y construcción, distribución, etc. De la biblioteca y, por su parte, contamos con Las Pautas para edificios de bibliotecas de la IFLA en el 2007, siempre presentes. Veamos, no obstante, ideas fundamentales para empezar que nos ofrece el maestro Carrión Gútiez, siempre aprovechables:

  1. La biblioteca que buscamos es una biblioteca abierta, que busca, ante todo, la comunicación, basada en la flexibilidad, en los espacios abiertos y bien comunicados. Nuevas posibilidades han sido ofrecidas por la construcción en esqueleto y la razón doctrinal que se halla como fundamento es la tendencia actual a considerar en la biblioteca como centro de interés al usuario y no a la colección.
  2. El edificio actual de biblioteca debe ser accesible exterior e interiormente. Exteriormente lo es por razón de su situación en relación con los servicios que debe prestar. En una biblioteca pública la situación debe ser céntrica tanto desde el punto de vista urbanístico como cultural. La accesibilidad exterior supone, además, que el edificio es fácilmente discernible de otros, dotado de una cierta transparencia para el transeúnte y sin grandes dificultades para que la calle llegue a él. La accesibilidad interior supone la claridad tanto en la distribución de espacios como en la orientación interior por medio de señales
  3. Comodidad entendida como el estudio y aplicación de las menores distancias que hayan de recorrer lectores o bibliotecarios, así como el de las comunicaciones adecuadas para las distancias

Los edificios de bibliotecas no son siempre solemnes, especialmente con la innovación arquitectónica actual, donde los arquitectos diseñan edificios que sobresalen por sus formas, estructura o decoración. Tal es el caso del edificio creado por Helen & Hard Architects para la Biblioteca Pública de Vennesla, que tiene una estructura de lo más peculiar: tirantes de madera en forma de costillas atraviesan cada lado de la biblioteca de punta a punta uniendo iluminación, asientos y estanterías

Pero, sin duda, hay tres principios que son fundamentales en la concepción de un edificio bibliotecario:

  • Flexibilidad: frente a toda predeterminación espacial del edificio, implica que todo el edificio es igualmente biblioteca; sólo unifica el elemento más exterior, los cerramientos y, dentro de ellos, todos los espacios valen para distintas funciones, distintos usos, distintas instalaciones. Esto supone una distinción entre elementos constructivos, instalaciones fijas y móviles y división de espacios; una construcción modular con posibilidades para conseguir unidades de espacio homogéneas que se basan en la distancia regular de los soportes y en la práctica uniformidad de altura de techos e igualdad de resistencia a la carga; la posibilidad de utilizar en todas partes toda clase de equipos y de materiales propios de los trabajos bibliotecarios; formas uniformes de acoplamiento entre espacios e instalaciones; posibilidad de normalizar el mobiliario y las instalaciones; en resumen, la posibilidad de acomodar futuros procesos de renovación o de ampliación.
  • Correlación: Supone la adecuada distribución relativa de los espacios. De nada sirve disponer de espacios suficientes, si su distribución es funcionalmente desacertada.
  • Extensibilidad: La extensibilidad mira hacia el futuro y supone la posibilidad de crecimiento más o menos ilimitadamente. Es, claro está, característica propia de aquellas bibliotecas cuyo crecimiento se supone continúo o, al menos, es razonablemente previsible. Sólo las bibliotecas nacionales, son de crecimiento prácticamente ilimitado. Lo mismo pasa con aquellas bibliotecas universitarias que tengan responsabilidades de conservación o acaso con algunas bibliotecas públicas centrales de gran historia. En el resto de bibliotecas, la mejor manera de prever el futuro es la renovación continua de los fondos y de las técnicas para su tratamiento.

4. El bibliotecario tiene que proceder a una división general de los espacios, pese a todo, con el fin de situar los distintos servicios y actividades. No es fácil reducir a fórmulas lo que se               refiere a bibliotecas nacionales, cada una con su peso histórico y con distinta carga de compromisos nacionales e internacionales, o a los grandes sistemas bibliotecarios de centros de enseñanza       superior, muy afectados por la naturaleza del centro a cuyo servicio se hallan. Una biblioteca especializada admite el máximo grado de flexibilidad. Las bibliotecas públicas, de mayor o menor           tamaño, las escolares bien dotadas y las centrales universitarias admiten un mayor grado de homogeneidad, tanto si éstas últimas son sólo centrales como si constituyen sin más la biblioteca           universitaria.

Para las bibliotecas públicas y las especiales sirve lo que los norteamericanos aplican a las primeras, al dividir los espacios en 3 zonas fundamentales:

 

Zona ruidosa o de gran tráfico o caliente

 

La primera comprendería los servicios de recepción, información y referencia; el préstamo, y el servicio de reproducciones.             Ejemplo Biblioteca de Ingeniería de la Universidad de Sevilla

 

Zona intermedia o templada

 

La segunda, la lectura de revistas y de las obras más generales de consulta. Ejemplo Biblioteca de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid

 

Zona de silencio o fría

 

La tercera, la lectura en sala y la utilización          de          medios audiovisuales.

 

Pero la división se hace habitualmente por razón de los usuarios, de los servicios o de los fondos. Ejemplo mediateca de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla

 

 

Información extraída de los temarios de esta academia

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