Educación y cultura en bibliotecas

Imagen extraída de la Web Depositphotos

En el documento Plan estratégico del Consejo de Cooperación Bibliotecaria 2013-2015 y en el aún más reciente e interesante Prospectiva 2020, Estudio de Prospectiva sobre la biblioteca en el entorno informacional y social, se apuntan ya algunas de las ineludibles líneas de desarrollo de la futura biblioteca pública de las que apunta este post…

Cabe destacar tres de ellas, las que más tienen que ver con uno de sus desarrollos más prometedores, las de convertirse en nodos de una red o laboratorio de generación de conocimiento:

  • la creación de dentro de las bibliotecas, usuarios a las que debería invitarse a co-gestionar parte del conocimiento que la biblioteca posee y genera;
  • la concepción de la biblioteca pública como un espacio social de desarrollo del conocimiento y de la participación ciudadana, espacio en el que se oferten herramientas y recursos para su empoderamiento y capacitación, lugar que incorpore físicamente a su diseño esos nuevos lugares en los que hacer, pensar, dialogar e intercambiar sean tan indisolubles como factibles;
  • la conceptualización de la biblioteca como un espacio híbrido, flexible y acogedor al servicio de la sociedad, adaptado a los nuevos servicios comunitarios que oferte.

Las bibliotecas serán o deberán ser, en consecuencia, algo más parecido a un centro de recursos en el que la información se consulte pero, también, se genere, se difunda y se comparta, que un depósito más o menos ordenado, jerarquizado y neutralizado de sabidurías preestablecidas.

Las bibliotecas tenderán a convertirse en redes de conocimiento en las que los usuarios aporten activamente el fruto de sus pesquisas, de sus indagaciones y sus investigaciones, de sus proyectos y quehaceres, dentro de un espacio que deberá acomodarse a esas nuevas dinámicas y necesidades.

Esto ocurrirá en varias dimensiones complementarias:

1.º Si se habla de cogeneración de contenidos, nada nos impide imaginar un entorno en el que los usuarios lo generen y lo incorporen al acervo de la biblioteca donde trabajen y a la Red de bibliotecas de la que forme parte.

Alguno de los ejemplos más recientes y relevantes, como el del Wiki Editatón Madrid, 2014, celebrado en las instalaciones de la Biblioteca Nacional, tenía por objeto propiciar “una cita donde los participantes se reúnen para editar Wikipedia, tanto de forma presencial como virtual (o una mezcla de ambas).

Cada editatón suele estar dedicada a un tema concreto y resulta una forma excelente para incorporar nuevos editores a Wikipedia, enseñándoles cómo contribuir a su mejora de manera eficaz. En esta ocasión, la editatón se centrará especialmente en los artículos relacionados con la lengua española y autores que han sido galardonados con el Premio Cervantes”. Un espacio de trabajo colaborativo convocado y gestionado por los wikipedistas para que los lectores se conviertan, al menos por unos momentos, en activos generadores de contenidos.

2.º Si se habla de cogestión y participación y se pretende abrir a los usuarios el espacio de la biblioteca, necesitamos dotarnos de herramientas que nos permitan hacerlo: herramientas de software libre como Gnowledge (Gstudio) que podrían integrarse en la gestión de la biblioteca y que sirven para crear y comentar nodos, para añadir etiquetas y generar clasificaciones sociales, para crear colecciones a partir de los intereses de los usuarios poniendo de manifiesto las relaciones que vinculan a distintos recursos, para crear grupos de trabajo de personas que comparten intereses afines.

No hace falta, o al menos no es estrictamente necesario, que los bibliotecarios echen manos de colecciones prefabricadas, como las que ofrece BiblioBoard, porque los propios usuarios podrían asumir la tarea de generar colecciones o agrupaciones significativas de contenidos.

3.º Si se habla de cogeneración de conocimiento mediante otras herramientas y recursos, no es ya extraño pensar en el desarrollo de FabLabs o Maker spaces, es decir, laboratorios de fabricación y desarrollo de herramientas concebidas y producidas por los propios usuarios mediante el empleo de la maquinaria precisa: ordenadores, impresoras 3D, cortadoras láser, escáneres o cualquier otro instrumento de creación de maquetas o prototipos. De hecho, las bibliotecas empiezan a organizarse como redes de espacios de creación cooperativos, Maker library networks (en los que hacer, aprender, construir y compartir son una y la misma cosa).

4.º Si se habla de espacio de aprendizaje para el uso de la comunidad, deberán habilitarse espacios para el aprendizaje compartido, para la impartición de cursos, para la administración de sesiones de coaching, porque la división tradicional entre aprender y hacer, o aprender y trabajar, carece hoy de sentido.

Si nos concebimos como una sociedad del conocimiento es, precisamente, porque no lo pensamos ya como algo estático y dado para siempre, que pueda adquirirse de una sola vez y a perpetuidad, sino que siempre se trata de una adquisición provisional que debemos cultivar activamente a lo largo de toda la vida.

 

Información extraída de los temarios de esta academia

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