Reportaje: Así es la biblioteca más accesible de Madrid

Biblioteca Luis Rosales en Madrid. Imagen de elmundo.es

En el barrio madrileño de Carabanchel Alto, entre pisos y un centro de salud, se encuentra la biblioteca Luis Rosales. A pesar de que su fachada exterior gris, unida a su gran tamaño, podría llevar a pensar que lo que se esconde en su interior es, de alguna manera, sombrío, basta atravesar la puerta principal para sentir que el lugar respira vida.

Una amplia entrada da paso a un edificio de cuatro plantas cuyos amplios espacios se inundan con la luz que entra por los grandes ventanales. La esparcida disposición de sus elementos da sensación de calma, lo que convierte a la biblioteca en un lugar donde el usuario puede igual concentrarse, entretenerse, relajarse o aprender en talleres como el de informática y exposiciones.

Pero esta biblioteca, además de por sus acogedores espacios, destaca por su deseo de dar cabida a todos. «Esta biblioteca es para todo el mundo», señala su directora, Maite Morata, mientras pasea entre las estanterías. En ellas, explica, no se ve una enorme cantidad de libros apilados para impedir que el usuario tenga una sensación de agobio. A pesar de ello, dice, el centro cuenta con una colección formada por 112.000 ejemplares. «Lo que conviene es que esté actualizada y adaptada a los tiempos», señala.

De esta colección, 1.497 documentos son accesibles para personas con algún tipo de discapacidad. Se trata de libros adaptados o de lectura fácil, con letra grande, frases cortas y «muy concretas», dice Morata, y ejemplares en braille, «donación de la ONCE». A nivel audiovisual, poseen una colección llamada «Lengua de signos», con recursos con audio descripción y audio guía. «Para una persona sorda, aparte de los subtítulos, se describen los sonidos, de forma que puede apreciar mejor un golpe en una peli de miedo. Es una ayudita», cuenta la directora. La biblioteca Manuel Alvar también posee ejemplares adaptados del mismo modo.