En los estantes reina la paz de las bibliotecas para un impresionante fondo que se remonta al origen de la Universidad de Sevilla en el siglo XVI. Sin embargo, esta nueva Biblioteca, localizada en una apacible parcela junto al cuartel de Eritaña y rodeada de zonas verdes, guarda una convulsa historia: la crónica de su truncada construcción inicial, la demolición, los litigios, el cambio de lugar y la polémica entre instituciones.

Vistas de la nueva biblioteca

Por esa razón, se aplaudió mucho y con alivio la construcción de esta nueva Biblioteca Rector Antonio Machado y Núñez que resuelve problemas de espacio y soluciona una demanda de la comunidad académica retrasada durante años. Las declaraciones oficiales del rector, Miguel Ángel Castro, y del alcalde de Sevilla, Juan Espadas, tuvieron dobles lecturas. También el silencio oficial del consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, y ex rector presente en el acto. «Después de desagradables e injustos problemas, al fin se ha conseguido», afirmó Espadas. «Culmina hoy un largo camino que no siempre ha sido fácil. Tenemos una lección aprendida: que hay que contar con aliados seguros y fiables. Los que han estado toda la travesía a nuestro lado», señaló el rector.

Detrás de todas estas palabras se escondía la odisea de la biblioteca que felizmente se inauguró este martes. Un centro cuyo emplazamiento original fue el Prado con un proyecto de la prestigiosa arquitecta iraquí ya desaparecida Zaha Hadid. Un plan iniciado en 2008 que se malogró por el pleito interpuesto por un grupo de vecinos de la Huerta de la Salud que cuestionaba la recalificación de los terrenos. Todas las sentencias respaldaron a los vecinos con lo que el centro, que aún estaba en construcción, tuvo que ser demolido en 2011. El proyecto se trasladó a la zona de Eritaña donde estaba prevista la construcción de un edificio científico de la Universidad. El lugar en el que precisamente se levanta ahora la biblioteca errante.

Conflicto institucional

Las bibliotecas son memoria, así que es inevitable recordar la de este edificio. Para la construcción de la biblioteca inicial la Universidad recibió una subvención de la Junta, pero con los problemas legales y la demolición se paralizó el pago. La Universidad intentó convencer a la Junta de que no reclamara la subvención del proyecto que finalmente no se había hecho puesto que la biblioteca se levantaría en otro lugar. Es entonces cuando se inicia un conflicto entre ambas instituciones.

En la inauguración, el consejero de Economía y Conocimiento de la Junta, Ramírez de Arellano, permaneció en silencio. Sobre él ha caído buena parte de la polémica, ya que ha pertenecido a ambas instituciones durante el proceso de construcción de la biblioteca. Cuando se inició el proyecto era vicerrector de Infraestructuras y luego rector hasta que fue nombrado consejero de la Junta. Ya desde el otro lado inició un expediente de reintegro al considerar que la subvención no ha sido debidamente justificada. Destacó su silencio por su destacado papel como gestor responsable en ambas instituciones durante el proceso de creación de esta biblioteca. En varias ocasiones ha manifestado que su opinión sobre la biblioteca no es relevante.

 

Noticia e imagen extraída de la web de ABC de Sevilla

academia auxiliar de biblioteca

¡Fórmate con nosotros! ¡Consulta nuestros cursos homologados y cursos/temarios de oposiciones!