
Afirma Susana Peix en “Biblogtecarios” (Peix, 2015) Diplomada en Biblioteconomía y Documentación por la Universidad de Barcelona y Bibliotecaria de la Biblioteca Pública Armand Cardona i Torrandell de Vilanova i la Geltrú como responsable del área infantil, que la discapacidad es un término complejo que abarca diferentes limitaciones físicas, psíquicas o sensoriales, cada una de ellas con sus características, graduaciones y necesidades. Según la Organización Mundial de la Salud, es un “fenómeno complejo que refleja una interacción entre las características del organismo humano y las características de la sociedad en la que vive”. Y es que la discapacidad aparece cuando una persona con determinadas limitaciones debe estar en igualdad de oportunidades que el resto. Esas limitaciones se pueden superar con apoyos que garanticen esa igualdad. Quienes deben velar porque eso apoyos sean una realidad, son el Gobierno y las Administraciones (lo que incluye a las bibliotecas públicas); de lo contrario estaríamos aceptando una discriminación tipificada por la Ley 10/2007, de 22 de junio, de la lectura, del libro y de las bibliotecas (Artículo 17, 2d) como falta grave sancionable…
Las barreras
Según establece la Ley 51/2003, de 2 de Diciembre, de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad, todos los edificios públicos deberían cumplir con una normativa en cuanto a accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas pero todavía son muchas las bibliotecas que no son accesibles: distancia de paso, tipo de pavimento, altura de mobiliario, escaleras…o que presentan problemas de señalización: uso de símbolos y pictogramas, colores, dimensiones… (visuales y táctiles).
Quienes deben velar porque eso apoyos sean una realidad, son el Gobierno y las Administraciones (lo que incluye a las bibliotecas públicas); de lo contrario estaríamos aceptando una discriminación tipificada por la Ley 10/2007, de 22 de junio, de la lectura, del libro y de las bibliotecas (Artículo 17, 2d) como falta grave sancionable…
Exclusión, Segregación, Integración e Inclusión
Las barreras humanas generalmente surgen por falta de información y de conocimiento sobre las discapacidades. Sobre todo, en lo concerniente a cómo debe ser la relación con estas personas (Lo incorrecto: una nueva mirada hacia la incapacidad) y cuáles son sus necesidades informacionales y de lectura. En las bibliotecas existen numerosos documentos que tratan las discapacidades con información suficiente para conocer sus características y necesidades.
En cuanto a las barreras materiales, si analizamos los catálogos de nuestras bibliotecas enseguida evidenciamos la falta de documentos adaptados a algunas necesidades lectoras y de comprensión, sobre todo de cuentos dirigidos a niños y niñas, los más vulnerables y los que precisan ese acceso para poder tener oportunidades de futuro. En las bibliotecas podemos encontrar audiolibros, películas con subtítulos o con audio descripción y también de “Lectura Fácil”. Además de manuales de aprendizaje o diccionarios de lengua de signos dirigidos a adultos. En las salas infantiles la cantidad de documentos adaptados disminuye considerablemente. Aunque en el mercado editorial se pueden encontrar cuentos infantiles adaptados a necesidades específicas: Braïlle (no existe un mercado editorial en Braïlle, la ONCE cubre las necesidades sus asociados), lenguaje pictográfico SPC (colección “Makakiños” de Kalandraka, colección “Pictogramas de CEPE“), lengua de signos española LSE (colección Carambuco de “Carambuco cuentos“), Lectura Fácil (colección “Cuentos del Mundo de Libros del zorro rojo“) o audio cuentos, la realidad de los fondos bibliotecarios en la mayoría de bibliotecas es muy bajo y en algunos casos prácticamente inexistente.
Cómo conseguir que nuestras bibliotecas sean espacios accesibles e inclusivos
Véase: “Bibliotecas inclusivas, bibliotecas para todos” en el Boletín 107 de la AAB (Asociación Andaluza de Bibliotecarios)
- Sensibilidad: hacia los colectivos con discapacidad. Sensibilidad e interés por romper nuestras barreras mentales, conociendo sus características, como tratarlos, sus necesidades lectoras y culturales…
- Presupuesto anual: para terminar con las barreras arquitectónicas que todavía existan en nuestras bibliotecas, y para la adquisición de fondos documentales adaptados, sobre todo infantiles. También se pueden incluir como materiales de apoyo: señalización con pictogramas, lupas, programa Jaws (lector de pantalla para personas ciegas), telelupa…
- Actividades y servicios: es interesante contar con actividades de fomento a la lectura adaptadas a diferentes colectivos: conferencias, exposiciones, cuenta cuentos interpretado en lengua de signos…Así como servicios específicos: visitas personalizadas, formación de usuarios, personal con conocimiento de lengua de signos, etc.
Inclusividad
La inclusividad va muy ligada a la accesibilidad. En algunas bibliotecas la catalogación de los documentos adaptados condiciona y muchas veces dificulta su ubicación en las salas. Es importante no caer en la segregación del fondo documental en nuestras bibliotecas de manera que separemos los documentos adaptados del resto por el hecho de “estar adaptados”.
“Para conseguir una biblioteca inclusiva los documentos, adaptados o no, deberían estar juntos”
El hecho de separarlos del resto nos limitaría a una integración de nuestros fondos que, si bien puede ser un importante avance, debería servirnos como un primer paso para llegar a la inclusión definitiva.
La solución es sencilla: catalogar estos fondos sin modificar la signatura por el hecho de ser adaptados ya que la mayoría son textos originales perfectamente válidos para todos los niños y niñas y las adaptaciones se basan en un texto más sencillo (siguiendo o no las directrices de la Lectura Fácil), en otra lengua (lengua de signos española) o un cambio de tipografía (sistema Braille). Estos materiales se pueden identificar mediante la materia: lengua de signos, lectura fácil, lenguaje pictográfico, Braille… La identificación con materias es importante en cualquier fondo de ficción infantil y indispensable en esta tipología de documentos como sistema de recuperación bibliográfica.
La inclusividad va muy ligada a la accesibilidad. En algunas bibliotecas la catalogación de los documentos adaptados condiciona y muchas veces dificulta su ubicación en las salas. Es importante no caer en la segregación del fondo documental en nuestras bibliotecas de manera que separemos los documentos adaptados del resto por el hecho de “estar adaptados”.
Utilizando las materias para identificar estos documentos podemos ubicarlos sin segregarlos y ordenarlos siguiendo el mismo criterio que utilicemos con el resto de fondos: alfabéticamente o por centros de interés, de manera que en cada uno de los centros de interés podamos incluir diferentes materias y formatos.
De éste modo normalizamos nuestro fondo y cualquier usuario o usuaria, sea cual sea su condición y capacidad, podrá acceder sin sentirse diferente del resto.
Enrique Navas Benito / Dirección
Extracto de los temarios de Academia Auxiliar de Biblioteca
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