Sala de estudio de biblioteca universitaria

Imagen extraída de la web uax.es

En España, las universidades aparecen en fecha temprana. En 1212 Palencia, universidad fundada por el obispo Tello de Meneses. Pero tuvo corta duración, ya que dos ciudades próximas: Salamanca en 1215 y Valladolid, siendo la primera de ellas la más importante de España y la única de las españolas con rango internacional, cobrarán más importancia. Y será Alfonso X quien establece en ella el cargo de estacionario, dotándola de una renta de 100 maravedíes al año a fin de tener todos los ejemplares buenos y correctos para alquilarlos a los estudiantes. Su colección en 1471 ascendía a 201 libros. Los fondos irán aumentando a partir del siglo XVII, por incorporación de las bibliotecas de los colegios, y principalmente de fondos de los conventos. En el s. XVI se crea la Biblioteca de la Universidad de Alcalá, cuyo fundador fue Cisneros, Arzobispo de Toledo, y uno de los mecenas más grandes que ha tenido el libro español, a él se debe la edición de la Biblia Poliglota Complutense. Esta universidad será trasladada a Madrid en el s. XIX…

Durante el siglo de Oro, la universidad de Salamanca y la Complutense adquieren prestigio internacional, con un interés de sus fundadores y autoridades de proporcionarles de ricas bibliotecas y de normas detalladas sobre su uso. Durante la segunda mitad del s. XVII comienza la decadencia nacional y el deterioro de la universidad, que corre parejo al hundimiento social y económico de España, vemos casos de corrupción, donde se comerciaba con los grados, el estudio de las ciencias era menospreciado y el absentismo de docentes y estudiantes era casi total.

La ilustración va a suponer un espíritu nuevo en todos los órdenes. Con la dinastía borbónica el sometimiento de la Universidad al Estado se aumenta, perdiendo su autonomía. En 1838 se dispone que todos los fondos procedentes de la desamortización de las provincias donde haya universidad pasen a ella en calidad de que se deberían considerar a éstas no como suya en exclusiva, sino como públicas. Con la Ley de Instrucción Pública de 1857 de Claudio Moyano, se establece una Universidad Central en Madrid y Nueve de distrito. Un año después se crea el Cuerpo Facultativo de Archiveros y Bibliotecarios (1858), cuyo fin es poner orden al tesoro bibliográfico procedente de la desamortización. A este cuerpo especializado se le encargará la gestión de las bibliotecas universitarias.

El R.D. de 18 de octubre de 1901 regula las Bibliotecas Publicas, entre ellas las universitarias. En su artículo 12 se dispone la creación de una Junta formada por el Rector, Director de la Biblioteca y Decanos de las Facultades para decidir en materia de adquisición, préstamo, etc. En enero de 1932, en un decreto dedicado a bibliotecas se establece que todos los fondos existentes en la universidad, son propiedad del Estado. Y será la Junta de Gobierno, de la cual depende el Director de la Biblioteca, la que decida sobre su utilización. La Ley de junio de 1943 de Ordenación Universitaria, suprime varios decretos de la de 1932, entre ellos el que dice que el director de la biblioteca es vocal nato en la junta de gobierno. Durante los años 60 el desarrollismo trae consigo un alarmante aumento del número de estudiantes. Dándose en el año 1970 La Ley General de Educación, que obviará completamente las bibliotecas y su papel en la educación. Durante esta época se crean nuevas facultades, que no acompañó de un incremento en el mismo grado del personal de biblioteca. La transición política de 1975 marcará todos los órdenes de la vida política española. La Constitución de 1978 en su art. 27 reconoce la Autonomía de las Universidades, y reconoce la libertad científica, de investigación y cátedra. Aparece la Ley 11/1983 de 25 de junio de la Reforma Universitaria, que igualmente que la anterior ignora las bibliotecas. Por otra parte el título VIII de la Constitución, hace un reparto de atribuciones de las competencias entre las Comunidades, el Estado y las Universidades.

En la actualidad, la concepción de biblioteca universitaria está cambiando (a raíz del Plan Bolonia y el EEES), aunque lentamente. Como ejemplo de esto, en el XXI Asamblea REBIUN celebrada en Noviembre del 2013, se acepta una nueva definición de biblioteca Universitaria, que hemos comentado anteriormente también en este tema y que se debe recordar.

«La Biblioteca es un centro de recursos para el aprendizaje, la docencia y la investigación y las actividades relacionadas con el funcionamiento y la gestión de la Universidad /Institución en su conjunto. La biblioteca tiene como misión facilitar el acceso y la difusión de los recursos de información y colaborar en los procesos de creación del conocimiento a fin de contribuir a la consecución de los objetivos de la Universidad/Institución, realizando las actividades que esto implica de forma sostenible y socialmente responsable.»

Quiere imponerse desde los sectores intelectuales, profesionales y públicos la biblioteca universitaria como CRAI (Centro de Recursos para la docencia, el aprendizaje e investigación). Pero el CRAI tiene historia aparte y lo veremos en uno de los epígrafes siguientes.

Cómo complemento al estudio de las bibliotecas universitarias en España recomendamos el trabajo de García-López, Genaro Luis, & López-Álvarez, Olga María. (2005). La génesis de las bibliotecas universitarias en España. Investigación bibliotecológica, 19(38), 61-76. Disponible en Scielo.

 

Texto extraído de los temarios de esta academia

 

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