Makerspaces. Academia Auxiliar de Biblioteca

Imagen extraída de la web unir.net

Uno de los nuevos conceptos (que llevan, por supuesto, asociado contenido real y aplicable) surgido en los últimos tiempos en bibliotecas, sobre todo en las universitarias, es el de Makerspaces

¿Qué es un Makerspace y para qué sirve en una biblioteca?

(Extracto del Blog “Universo Abierto”)

Dado que la información se está convirtiendo cada vez más en un recurso de más fácil acceso a través de redes en línea, las bibliotecas están reforzando sus espacios físicos para mantener su relevancia. De este modo las bibliotecas públicas están respondiendo a una amplia gama de necesidades actuales y emergentes. Se trataría de crear un potencial de proyectos de desarrollo desde la biblioteca, para la provisión de espacio público en un mundo en privatización. Los makerspaces son espacios donde se fomenta el intercambio tanto de conocimiento y habilidades, como de ideas. Es así como nace la sinergia, se fortalece la colaboración y se refuerzan los lazos como comunidad.

Los makerspaces son espacios con recursos comunitarios enfocados a la fabricación de elementos que unen lo físico con lo tecnológico. En esencia los FabLabs son lo mismo que los makerspaces, que sería el término más genérico, si bien los FabLabs, o «laboratorios de fabricación» son espacios eminentemente tecnológicos donde los estudiantes cuentan con recursos casi ilimitados para diseñar y desarrollar sus inventos. Estos espacios tienen origen en los hackerspaces, lugares donde se puede crear de todo usando la tecnología, que ya existían en Alemania en los años 90, quizás el ejemplo más conocido es C-base. El informe Horizon del NMC es un documento publicado anualmente que recoge las tendencias y tecnologías que dirigirán el cambio educativo, el informe de este año habla que una de las tendencias, retos y tecnologías que están afectando y afectarán a bibliotecas en los próximos años es la adopción de los makerspaces.

Un FabLab es un taller completamente equipado donde las personas tienen la oportunidad de fabricar algo, de transformar una idea en un objeto concreto. Son espacios que funcionan como talleres tecnológicos, que por sus dimensiones permiten hacer trabajos a gran escala, pero, sobre todo, contienen grandes y costosos equipos que difícilmente podrían ser comprados por una persona a título individual. Entre estos tipos de maquinaria encontraríamos máquinas para hacer cortes con láser y por chorro de agua, espacios para soldar, para trabajar con plásticos o madera, impresoras 3D, software especializado y programas de diseño en 2D y 3D.

El espacio en sí es otro de los principales puntos fuertes de estos proyectos. Se trata de espacios amplios donde la gente se sienta cómoda y se propicien las relaciones. Por lo general hay grandes mesas y espacios compartidos para estimular la socialización y colaboración entre los participantes, además de máquinas o servicios que proporciona café, e incluso algunos de ellos tienen cocina.

El movimiento maker

El experto Julián Marquina (2019) afirma que “El movimiento maker en las bibliotecas trata de dar acceso a la tecnología y alfabetizar tecnológicamente a las personas. Su objetivo es claro: que las personas puedan materializar sus ideas y proyectos. Para ello es importante que la tecnología tenga una relación directa con su comunidad (de usuarios y no usuarios), que se interiorice la cultura maker (aprender haciendo) por parte de trabajadores y colaboradores, y que se incite desde las bibliotecas la creatividad de las personas. A través de dichos espacios los usuarios crean valor, contenidos y conocimiento a individual y colectivo a transmitir, y además desarrollan sus habilidades. En cuanto al espacio comentar que este es importante. Debe ser flexible, abierto, que permita la colaboración, el trabajo en equipo y la experimentación, que sea visto como un punto de encuentro”.

Sigamos leyendo el artículo del profesor Marquina sobre los MakerSpaces en su blog:

«Me gustan mucho las ideas que recogió Esther Simón (Directora de Desarrollo del área de Biblioteca y Recursos de Aprendizaje de la UOC) en el blog de la biblioteca de la universidad en relación a esta jornada y que complementan a la perfección las ideas que capté a través de Twitter»:

 – La importancia de la colaboración entre entidades culturales y educativas;

– el uso de los laboratorios creativos como herramientas para atraer a nuevos usuarios que no estén familiarizados con los servicios bibliotecarios;

– la concepción de la biblioteca como espacio de compromiso ciudadano que pone a disposición instrumentos gratuitos para poder desarrollar actividades creativas;

– la innovación del modelo makerspace, basado en un usuario creador que genera valor y contenidos;

– la redefinición de la misión y la visión de las bibliotecas con proyectos transversales que se adapten a un nuevo entorno.

Julián Marquina indica que hay que destacar a la biblioteca de creación Ubik de Tabakalera por ser un referente en cuanto a Makerspaces en bibliotecas. Dicha biblioteca está vertebrada en 3 ejes: Aprender, Crear y Disfrutar. En el eje de creación destaca sus rincones con autoedición e impresora 3D, y también sus talleres.

“Como biblioteca de creación, Ubik se desarrolla en base a tres ejes que se entrelazan: aprender, crear y disfrutar. De esta manera, y más allá de los servicios imprescindibles y básicos de toda biblioteca, estimula el aprendizaje y la capacidad creativa, tanto del público especializado en la materia, como de todas aquellas personas que tiene interés por el pensamiento contemporáneo, las artes, la tecnología, el audiovisual y el sonido, así como los videojuegos”.

Consejos a la hora de planificar un Makerspace en la biblioteca: bibliomakers

Montar un espacio maker en la biblioteca no es algo que se haga de la noche a la mañana, precisa mucha planificación. Además, también es muy importante ver si va a tener sentido en función de la comunidad a la que se dirige dicha biblioteca. Y es que los espacios maker están llegando a escuelas, bibliotecas y otros lugares… pero, ¿cómo preparar un Makerspace? Leila Meyer nos da algunas claves para planear dichos espacios:

  1. Utilizar cualquier espacio disponible. Cualquier espacio puede convertirse en un espacio de producción.
  2. Crear un espacio activo para crear. Mobiliario y elementos que permitan la flexibilidad del espacio.
  3. Establecer la cultura maker. Establecer una cultura creadora y desarrollar una declaración de propósitos a conseguir de los usuarios.
  4. Visitar otros Makerspaces. Para obtener ideas y descubrir nuevas oportunidades.
  5. Involucrar a todas las partes interesadas. Preguntar a usuarios, empleados y colaboradores qué esperan de la iniciativa.
  6. Elegir las herramientas, materiales y tecnologías. Hacer una lista de las cosas que pueden ser de utilidad: impresoras y escáneres 3D, microprocesadores, robots, herramientas eléctricas, máquinas de coser, juguetes de construcción, cartón… Pero antes de todo: se debe conocer muy bien qué es lo que se quiere conseguir del Makerspace.
  7. Empezar poco a poco. Es mejor elegir hacer pocas cosas, pero bien, que muchas y sin sentido.

También es interesante (y muy completa) la guía didáctica preparada por La Aventura de Aprender y que lleva por título «Cómo hacer un espacio maker».

Sin aprendizaje no hay aventura, ya que las tareas de aprender y producir son cada vez más inseparables de las prácticas asociadas al compartir, colaborar y cooperar.

De esta guía de aprendizaje se pueden sumar otra serie de consejos a la hora de crear el Makerspace en la biblioteca y asegurar (o tratar de asegurar) su éxito. Entre dichos consejos cabría destacar:

  • Formar al personal bibliotecario.
  • Buscar entusiastasque apoyen dicha iniciativa, aporten ideas y su conocimiento.
  • Hacer el espacio en función de las necesidadesdetectadas entre la comunidad de usuarios y no usuarios.
  • Dar difusiónal nuevo espacio y promocionarlo por todos los medios y canales disponibles.
  • Insonorizarel espacio. Algo muy importante teniendo en cuenta que estamos hablando de bibliotecas.
  • Planificarlas actividades.
  • Celebrar la apertura/ inauguración para hacer que el mayor número de personas acuda y conozca qué es ese nuevo espacio.
  • Celebrar (y comunicar) los éxitos. Que se vea que es útil el nuevo espacio creado en la biblioteca.

Consideraciones a tener en cuenta a la hora de montar un Makerspace en la biblioteca

La American Library Association ha abierto en su página web un apartado de Preguntas y Respuestas (FAQs) sobre los Makerspaces en las bibliotecas: «Q&A: Makerspaces, Media Labs and Other Forums for Content Creation in Libraries»

En dicho apartado hace mención a los Makerspaces como una adaptación de las bibliotecas en su papel de fomentar y facilitar la creatividad y el ingenio de su comunidad de usuarios. Y que las bibliotecas son espacios de acceso a la información y realización de ideas en múltiples formatos. También hace referencia a la evolución e innovación tecnológica en las bibliotecas, y que éstas están capacitadas para proporcionar espacios físicos y virtuales donde los usuarios tengan acceso a la tecnología para crear su propio contenido, en múltiples formatos. El objetivo de todo ello es claro: crear, compartir y difundir contenido original.

Las bibliotecas son un foro público en el cual reunirse para compartir, enseñar y formarse. Por lo tanto, los Makerspaces deben de ser espacios accesibles a todo el público, aunque las bibliotecas pueden dar mayor prioridad a una comunidad definida de usuarios. Además, pueden buscar el apoyo de colaboradores para ponerlo en marcha o realizar actividades, crear espacios patrocinados o financiarse con dinero público. Las bibliotecas deben pensar cómo abordar el tema de los costes del material consumido o dañado: cobrar a usuarios, buscar patrocinadores, obtener ingresos a través de “Amigos de la biblioteca”, voluntariado…

En cuanto a la responsabilidad del uso de los medios puestos a disposición de los usuarios son bastante claros:

  1. Las bibliotecas no son responsables del uso ilícito de los espacios. Si se dan cuenta de ello tienen el deber legal y/o ético para intervenir.
  2. Cada usuario es responsable del uso que haga… pero las bibliotecas tienen que informar a cada usuario sobre cómo se usa.
  3. Estos nuevos espacios traen nuevos riesgos de responsabilidad a la biblioteca y a su personal. La biblioteca debe dejar bien claras las normas de uso y los cuidados a tener en su uso.
  4. La biblioteca puede establecer restricciones de tiempo, de contenido y sobre el mal uso.

Además, hacen mención a algo muy interesante como es el reconocimiento de los autores / creadores de las obras en los Makerspaces de las bibliotecas:

Todo lo creado en estos espacios es propiedad de sus creadores, siempre y que no viole los derechos de otros. Las bibliotecas deben proporcionar información a los creadores sobre cómo proteger sus obras con patentes de derechos de autor, marcas comerciales o áreas de derechos.

Para terminar, algunas cosas más a tener en cuenta por parte de las bibliotecas:

  • Las bibliotecas tienen que tener en cuenta las licencias de uso de los materiales y software.
  • Las bibliotecas deben revisar y estudiar bien los acuerdos de asociación con otras entidades.
  • Las bibliotecas no deben ser competencia con otras entidades locales o comercios.
  • Las bibliotecas tienen que tener en cuenta la ley de discapacidad para hacer accesible estos espacios

 

Más información en: https://universoabierto.org/tag/makerspaces/

 

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