Alfabetización Informacional en Bibliotecas

ALFIN en Bibliotecas. Objetivos

Una persona alfabetizada en información es capaz de resolver adecuadamente cualquier problema que requiera el manejo de información. Veremos ahora el alcance de esta propuesta…

1.     Comprender la necesidad. Se trata de ser consciente de que se necesita información, saber qué se necesita y el tipo de información que se requiere. Saber que la información está disponible en un amplio tipo de formatos (papel, formato digital, radio, películas…) en distintas localizaciones físicas y virtuales.

2.     Comprender la disponibilidad. Ser capaz de identificar qué recursos están disponibles, dónde y cómo acceder a ellos y cuándo resulta adecuado utilizarlos.

3.     Comprender cómo encontrar la información. Es decir, saber buscar los recursos adecuados con eficacia e identificar la información relevante.

Por ejemplo:

  • Buscar en varios recursos.
  • Utilizar los índices de los libros.
  • Utilizar revistas de resúmenes y de índices.
  • Utilizar agregadores de noticias mediante RSS.
  • Participar en foros de debate, listas de correo, etc.
  • Utilizar páginas web, saber guardar las favoritas, etc.
  • Comprender y utilizar la lógica booleana
  • Comprender y utilizar la búsqueda por relevancia y por ranking de relevancia.

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4.     Comprender cómo trabajar con los resultados y cómo explotarlos. Analizar y trabajar con la información para ofrecer resultados de investigación correctos y bien presentados, o para desarrollar nuevo conocimiento y comprensión.

5.     Comprender la ética y la responsabilidad en la utilización. Saber por qué la información debe ser utilizada de forma responsable, culturalmente sensible y ética (ética profesional, económica y personal). Respetar la confidencialidad y reconocer siempre el trabajo de otras personas. Comprender la naturaleza y usos del sesgo, para informar con propiedad.

6.     Comprender cómo se comunica y comparte lo que has encontrado. La habilidad para comunicar/compartir la información de una manera o en un formato adecuados a la propia información, al público al que te diriges y a la situación concreta.

Por ejemplo:

  • Comprender las ventajas e inconvenientes de los diferentes canales de comunicación (una página web, una presentación, un informe escrito).
  • Conocer los estilos de redacción apropiados (para informes, ensayos, presentaciones, etc.). Normalmente cada disciplina tiene un estilo de cita recomendado:
  • Ciencias: ACS(química), AIP (fisica), AMS (matemáticas), Harvard (biología y ambientales).
  • Derecho: APAUNE
  • Economía: Harvard Business School
  • Educación: APA
  • Humanidades: Chicago(historia, arte, música), MLA(filologías)
  • Medicina: Vancouver
  • Politécnica: IEEE
  • Psicología: APA
  • Conocer los estilos de citas (APA, Vancouver, etc.)
  • Usar notas a pie de página o al final

7.     Comprender cómo gestionar lo que has encontrado. Saber cómo almacenar y gestionar la información que has adquirido aplicando los métodos más eficaces disponibles, reflexionando críticamente sobre el proceso y los logros, así como sobre las fuentes encontradas para aprender de la experiencia de encontrar y utilizar la información.

Por ejemplo:

  • Tener en cuenta la posibilidad de volver a encontrar nuevos recursos en fechas posteriores.
  • Organizar en ficheros o estanterías los recursos físicos.
  • Organizar en carpetas los datos almacenados en el ordenador.
  • Organizar correctamente los correos electrónicos y sus adjuntos.
  • Realizar copias de seguridad.

Por ejemplo, un caso de analfabetismo informacional sería el caso de un estudiante, o de un usuario que se acerca a nuestra biblioteca, sabe que lo que busca es un libro que probablemente está en la biblioteca, pero no sabe que la herramienta para buscar libros en una biblioteca es el catálogo, ni qué estrategias de búsqueda nos permite el catálogo, ni cómo interpretar la información contenida en un registro bibliográfico, ni cómo se ordenan y localizan los libros en la biblioteca…

Otro de los casos de analfabetismo informacional que nos podemos encontrar es que hay usuarios que ni siquiera acuden a la biblioteca (física o virtual) porque no sienten ninguna necesidad de utilizar información para el aprendizaje más allá de la que obtienen del profesor en el aula, y estarán completamente perdidos cuando se enfrenten a tareas académicas o profesionales que requieran el manejo de información: realizar un trabajo de fin de grado o máster, una tesis doctoral, presentar una comunicación, elaborar un informe, redactar una memoria, presentar un caso, resolver una cuestión profesional…

Desgraciadamente este estado de analfabetismo informacional absoluto es el más frecuente en los alumnos de nuevo ingreso en la universidad, debido a que la formación en habilidades informacionales durante la enseñanza media en España es nula.

Las habilidades de ALFIN no se adquieren por ciencia infusa: se deben aprender a lo largo del periodo de formación, desde la educación infantil hasta la universitaria, y se van perfeccionando a lo largo de toda la vida. Esto es algo que no contempla el sistema educativo español para infantil, primaria y secundaria así que la enseñanza universitaria es la única oportunidad que existe realmente para enseñar y aprender estas habilidades.

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Podemos decir que el objetivo de la educación superior es formar a personas alfabetizadas en información, de modo que sean capaces de:

  1. comprender cuándo y por qué necesitan información y qué tipo de información necesitan,
  2. saber dónde se obtiene y cómo se manejan los recursos para extraer la información necesaria,
  3. evaluarla por su autenticidad, corrección, actualidad, valor y sesgo,
  4. analizar y trabajar con la información para ofrecer resultados de investigación correctos y presentables, o para desarrollar nuevo conocimiento y comprensión,
  5. saber por qué la información debe ser utilizada de forma responsable, culturalmente sensible y ética
  6. comunicar/compartir la información de una manera o en un formato adecuados a la propia información, al público al que te diriges y a la situación concreta,
  7. saber cómo almacenar y gestionar la información adquirida
  1. Estas habilidades se deben adquirir a lo largo de todo el periodo universitario, en el aula (física, virtual e informática), en la biblioteca (física o virtual), y en otros servicios de la Universidad; y es necesaria la colaboración entre profesores, bibliotecarios y profesionales de otros servicios para desarrollar un programa de formación en alfabetización informacional.

En las bibliotecas actualmente se desarrollan programas de formación para la adquisición de estas habilidades, con una serie de cursos que van desde el de introducción al uso de la bibliotecarecursos generales,  recursos especializados en Ciencias   SocialesDerechoEconomía y Empresa, y Filosofía, cursos sobre gestores de referenciasíndices de citas y factor de impacto  e investigación en acceso abierto, y al que estamos pensando en incorporar nuevos cursos (p. ej.: uso ético de la información, cómo redactar trabajos científicos…)

Nuestro objetivo como bibliotecarios será completar la oferta de cursos, y profundizar en la colaboración con los profesores, de manera que la alfabetización informacional sea una actividad coordinada entre la biblioteca, el aula y otros servicios, para lograr que ningún alumno de las termine sus estudios sin haber tenido la oportunidad de iniciarse en las habilidades de alfabetización informacional, o cualquier usuario si estamos hablando de bibliotecas públicas.

Este esquema resume las competencias o habilidades que forman parte de la alfabetización informacional, así como la formación necesaria para conseguir el objetivo de obtener la capacidad de investigar y resolver problemas, de aprender a aprender a lo largo de toda la vida.

 

Extracto extraído de los temarios de esta academiaacademia auxiliar de biblioteca

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